La triste soledad

Sus vestimentas raidas, sus pasos lentos, su mirada cansada, solo se encendia cuando su perro negro, quiltro, feo y mal cuidado le meneaba la cola.
Intento ingresar con su mal oliente quiltro donde iba, lo intercepto su majestad el portero de cuidados bigotes e impecable uniforme plomo quien con aires de grandeza le dijo "esto es un Hospital" y no podía entrar con su perro.
El anciano encogió sus hombros e intento persuadir al portero que el el perro era su familia su compañía, ante la dura negativa optó por amarrar al can con un cordel ultimo de ordinario a la reja del Hospital e intento avanzar por el largo pasillo, no bien habia dado unos 10 pasos , lentos torpes y arrastrados, el perro empezo a ladrar saltar como si la vida se le arrancara ante sus ojos, el hombre se detuvo y balbuceó que será mas importante que el diostor me revise , me rete por mi torpeza al no entenderlo en sus indicaciones con los remedios o regresar con mi perro?
Regresó donde su perro le palmoteo el lomo, el can saltaba de alegría y ladraba contento con sonidos cortos que denotaban cariño, el viejo lo miraba con sus ojos cansados pero iluminadosy penso este animalito mata mi soledad y le da sentido a mi vida, "los remedios son amargos"